Fortified Enclaves. The New Urban Segregation (Teresa Caldeira)
Los enclaves fortificados son territorios dentro de otro territorio que están divididos por barreras, ya sean económicas y físicas (barrera fuerte) o psicológicas (barrera suave). El texto se centra en enclaves en Sao Paulo, donde las elites comenzaron a cercar su espacio para vivir para no tener que mezclarse con los demás ciudadanos que no son parte de ese extracto económico. La autora nos habla de cómo los ricos cercaron sus espacios, los cercos algunos físicos; con murallas que impedían que se viera el interior, haciendo privadas o simplemente con un ambiente mejor cuidado. Cercos económicos; como centros comerciales, supermercados o restaurantes de altos costos que se vuelven inaccesibles para otras partes de la población. Psicológicos; desconfianza del interior hacia el exterior, desconfianza hacia los proveedores de servicios como empleadas domesticas.
En la Ciudad de México este tipo de enclaves se puede ver en varios lugares, como; Interlomas, Santa Fe. En este último ejemplo se puede observar las barreras económicas; como la autopista que va de Toluca hacia Naucalpan, pero pareciera que es una vía creada para los habitantes de Santa Fe, pues desde ese punto de puede llegar en pocos minutos al Edo de Méx. Con la salvedad que esta es una de las autopistas más caras del mundo, pese a su recorrido (el cual es muy corto), por el elevado precio se convierte en una barrera económica. El centro comercial Santa Fe, es da muestra de las barreras psicológicas, pues al estar ubicado entre una zona rica y otra marginada, en el confluyen personas de ambos estratos sociales. Algunos miembros de la elite que acude a ese lugar, se perciben agredidos por las personas que se ven humildes. Se percibe una desconfianza hacia la gente que no se ve como ellos (lo mismo se puede observar en los bares y centros nocturnos de la zona), los juzgan por su apariencia y les producen miedo. Creando así, barreras psicológicas.
Otro caso de un enclave fortificado se encuentra en la delegación Cuajimalpa, en la colonia Contadero; la cual se constituye por una zona marginal y otra zona “exclusiva”. Aquí las casas tienen muros enormes que impiden ver hacia su interior, también hay conjuntos habitacionales exclusivos de pocas casas, donde todo el conjunto están cercado con altos muros. La vista del paisaje es desigual; al observar varias casas humildes y en el centro de ellas unas murallas que a manera de fortaleza, cercan un pequeño cumulo de casas que se entiende son exclusivas. Lo cual muestra una barrea física. La cotidianeidad en esta zona es ambigua, pues en la avenida que sirve de vía principal para la colonia, confluyen autos de súper lujo con autos viejos y pocos autobuses. Es así que en las paradas de camión se ven personas esperando el colectivo mientras pasan camionetas de lujo.
La película La Zona, ejemplifica la barrera psicológica. El film es sobre un enclave fortificado, un grupo de casas que esta amurallado, donde unos chicos del barrio de al lado entran a robar y desata una paranoia en los vecinos de ese fraccionamiento. Paranoia que siempre estuvo presente pero que se ve incrementada por el miedo a los de afuera, por verse invadidos por lo externo.
Las barreras pueden ser notorias como las murallas o ser sutiles como la paranoia y la desconfianza, ambas son resultado de la inequidad en que se vive en las ciudades, sin importar en que parte del mundo se esté; ya sea DF o Sao Paulo.
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