lunes, 8 de noviembre de 2010

The homeless body (Samira Kawash)

The homeless body (Samira Kawash)
Este texto refleja un problema en las ciudades, particularmente un problema con el “espacio público”; los sin casa (homeless). ¿Por qué un problema en el espacio público? Porque al no tener casa, sobreviven en  el espacio público, pues carecen de un espacio privado,  al estar ahí,  la reacción de la sociedad es alejarse del homeless. Es por ello que el gobierno trata de “proteger al público (la esfera pública) de ellos. A pesar de la idea que se tenga de los sin casa, ya sea que se les ve como víctimas o parásitos de la sociedad, es evidente que  sufren de exclusión, la cual  “está justificada, naturalizada y escondida por representaciones sociales”. (Kawash, Samira. pp. 323, 1998)
El texto hace la aclaración  de que el Homeless body no es una igual que una persona homeless, el primero es una  condición emergente y contingente que atraviesa las identidades. Como contraparte a este cuerpo de los sin casa, la autora ubica  al  resto de la sociedad como un fantasma público. El cual se siente agredido por este cuerpo.
Ya que representa una agresión tanto al cuidado y aspecto del espacio, como a la seguridad de los demás. El gobierno crea mediadas para proteger al publico de ellos,  el texto  nos ejemplifica con la información recabada por Mike Davis, quien  señala que en el centro de Los Angeles (la ciudad con mayor índice de sin techo en EU) se tomaron medidas para prevenir la presencia de homeless. Por ejemplo, no poner baños o bebederos públicos, no asientos en las paradas de camión, hasta propuestas realmente extremas como poner cianuro en la basura de los restaurantes.  A pesar de estas medidas existen acciones antagónicas, como; los refugios (donde pueden pasar la noche) y los bancos de comida (donde les dan comida). Pese a ello son desplazados, pues estos refugios no cuentan con espacio suficiente y se ven obligados a ir a ningún lado. Al no contar con un lugar se les minimiza hasta negárseles la existencia.
Parecería muy exagerado el hablar de la negación de la existencia de un ser humano por no poseer un lugar para vivir, pero es real. Muestra de ello se puede observar en la Ciudad de México, concretamente  en los alrededores de la estación de metro Hidalgo.  Al salir del metro se pueden ver varias personas sin casa, mejor conocidos como vagabundos. Todas estas personas (mujeres, hombres, gente adulta, jóvenes y niñ@s) deambulan diariamente sin tener donde ir, solo pasando los días. Piden dinero a los transeúntes; algunos se sientes agredidos con su sola presencia, otros les tienen miedo por verlos con ropas sucias, con notoria ausencia de aseo y en muchos caso fuera de la realidad (ya sea por el uso de drogas o por trastornos mentales).
Pero ahí están, aunque no los quieran ver o los vean mal, son una muestra de la exclusión social. El gobierno de la ciudad no ha tomado medidas efectivas para combatir este fenómeno. Simplemente los reducen al no hacer caso de ellos. Se puede salir del metro Hidalgo a cualquier hora del día y ellos ahí están, a algunos se les ve hablando solos, pidiendo dinero a las personas que pasa  o comida a los puestos de alrededor o discutiendo con policías y si se pasa de noche están dormidos en las escaleras de la entrada del metro.
Este ejemplo de homeless body del metro Hidalgo muestra la falta de capacidad  del gobierno, de la sociedad, del espacio público en general para incluir a un sector de la población, que ha sido relegado por las propias condiciones  (desiguales) económicas, políticas y sociales.

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