lunes, 8 de noviembre de 2010

Estudio de caso. Programa de agricultura urbana


Estudio de caso. Programa de agricultura urbana (Rosario, Argentina)
Este programa surgió a partir de la crisis económica en Argentina en 2001, tenía como objetivo promover un proceso de construcción de desarrollo endógeno, a partir de estrategias participativas y formas solidarias de producción, y transformación, comercialización y consumos de alimentos sanos. Particularmente en la instalación  y funcionamiento de 791  huertas comunitaria, donde se producen hortalizas orgánicas.

Se vinculo la municipalidad, distintas organizaciones  no gubernamentales e institución académica-investigación  para el desarrollo del programa. Donde se reconoce a las familias pobres en el proceso favoreciendo así  su propia inclusión, especialmente las mujeres.  Algunos de los impactos del PAU son: creación de circuitos de economía solidaria; se organizan en grupo y cada uno participa en ferias, para vender los productos, desarrollo de una planificación productiva para abastecer además a  comedores comunitarios y escolares en el marco de una red social, institucionalización de la agricultura urbana como política pública del gobierno local.

En las estrategias formuladas por el PAU es de suma importancia el protagonismo de las familias productoras mediante un proceso participativo de motivación, capacitación y acompañamiento técnico  en todas las etapas.
Otras ciudades en Argentina se han interesado en implementarlo como un programa de Autoproducción de alimentos, para ello se requiere la iniciativa del gobierno municipal. Debido a las trabas burocráticas que imponen los gobiernos seria tardado demostrarles la efectividad del programa. Por otra parte existen en la Ciudad de México proyectos de agricultura urbana, en concreto  me referiré a un proyecto llamado “El terreno”.

El terreno se encuentra localizado en la delegación Xochimilco, muy cerca de la glorieta de vaqueritos, este proyecto comenzó  cuando  mis amigos, observaron que en su misma calle estaba un terreno que podría ser utilizado para sembrar. En un inicio solo era una idea, pero algunos de ellos se lo tomaron más en serio y se decidieron  preguntar de a quien le pertenecía esa propiedad, después de mucho preguntar nadie sabía de quien era. Se comenzó a limpiarlo, quitar escombros, basura,  hierba, y preparar la tierra para ser sembrada.

Uno de ellos contaba con conocimientos previos de agricultura urbana, pues había trabajado en otros proyectos, él compartió lo que sabia y comenzaron la siembra, lo primero sembrado fue epazote, ruda, hierbas de ese estilo. Al percatarse de que el terreno era apto, comenzaron a sembrar otras cosas como; lechugas, rábanos y calabazas.

Ahora cosechan mucho, y lo mejor es que los vecinos al ver lo que se estaba haciendo se interesaron y ahora algunos vecinos están involucrados. Entre todos se distribuyen el trabajo y la cosecha en un inicio fue de autoconsumo, después la regalaban a sus conocidos y ahora se trata de venderla en algunos espacios.

Este un ejemplo de cómo la agricultura urbana está creciendo, a pesar de no contar con apoyos gubernamentales o de cualquier tipo, existen personas que le apuestan a acciones alternativas de trabajo.

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